Aprender a convivir en armonía es un desafío que, día a día, promovemos como miembros de una
comunidad. Este reto se sostiene en dos enfoques fundamentales: por un lado, el sentir y
desarrollo de los valores cristianos que Jesús nos dejó como ejemplo de vida digno de imitar; y por
otro, una perspectiva pedagógica basada en la labor del currículo escolar.
El colegio es un espacio seguro, lleno de experiencias positivas que promueven aprendizajes
cognitivos, emocionales y actitudinales. Nuestro compromiso es fomentar la convivencia en todos
nuestros estudiantes, fortalecer aspectos esenciales de esta, en nuestros jóvenes de enseñanza
media. Ser una comunidad que aprende de manera continua, en este sentido, formar en todo
tiempo aprendizajes para la vida.